Durante las últimas décadas, mindfulness (la atención plena) se ha generalizado.
Ser consciente significa estar plenamente presente en el momento, y es una cualidad que se puede mejorar mediante un amplio conjunto de actividades que nos ayudan a centrarnos más intensamente en nuestros estados físicos y emocionales en el aquí y ahora.
El entrenamiento de mindfulness consiste en aprender a estar despierto en los momentos de tu vida. Esto suena fácil, pero ¿lo es? Para la mayoría de nosotros, nuestra vida diaria está tan repleta de reuniones y distracciones constantes, que con mayor frecuencia estamos en piloto automático que despiertos. Simplemente bajamos la cabeza y pasamos el día lo mejor que podemos.
Cuando comenzamos a entrenar mindfulness, normalmente aprendemos a practicar sentados en silencio. Esta es una parte importante de la formación pero no es suficiente.
También debemos aprender a llevar nuestro entrenamiento a la mitad de nuestro día. Y la buena noticia es que puedes explorar este aspecto de la capacitación sin agregar nada a tu lista de “tareas pendientes”. A esta parte de la capacitación la llamo: Pausa con propósito y ha sido una parte integral de la capacitación del Institute for Mindful Leadership durante más de 15 años.
Las pausas con propósito te invitan a notar lo que hay que notar cuando intencionalmente diriges tu atención a un momento de tu día.
Por ejemplo, notas que estás bebiendo una taza de café: el calor en tu mano, el aroma, el sabor en tu lengua, etc. Toda tu atención está en la experiencia de beber esa taza de café. Y también se trata de redirigir tu atención cuando despega hacia el futuro o el pasado mientras haces una pausa intencionada.
Por ejemplo, mientras estás prestando atención a tu café, notas que tu mente empieza a preocuparse por la presentación de mañana.
En ese momento en el que te das cuenta de que ya no estás prestando atención a la experiencia de beber tu café, rediriges tu atención nuevamente al sabor del café en tu lengua, o al calor de la taza, etc. Una pausa intencionada solo toma un par de minutos, pero rompe la forma de vivir en piloto automático y ayuda a entrenar tu mente para estar concentrada.
Las pausas intencionadas te permiten apagar el piloto automático y encontrar algo de espacio en el día para tomar decisiones conscientes… cuando estás despierto, estás presente para tu vida. Cuando necesite tomar decisiones importantes, querrá concentrarse plenamente en la tarea en cuestión.
Aquí hay algunos otros ejemplos para comenzar:
- Elige comenzar tu día en lugar de dejar que el día te comience a ti; comienza cada día notando las sensaciones de la respiración durante algunas respiraciones antes de saltar de la cama. ¿Cuál es tu intención para el día?
- Utilice las transiciones con prudencia: elija conducir hacia y desde el trabajo sin escuchar música ni mensajes telefónicos. Simplemente conduce y presta atención a lo que ves, oyes, hueles y tocas. ¿Qué notas sobre cómo llegas?
- Nútrete: come tu almuerzo conscientemente sin mirar la pantalla de tu computadora o teléfono. ¿Cómo estás atendiendo las necesidades de tu cuerpo hoy?
- Simplemente camina entre reuniones, sin correos electrónicos ni mensajes de texto. Si estás teletrabajando, aprovecha el tiempo entre reuniones para respirar unas cuantas veces, levantarte y estirarte o caminar por el pasillo. En tan solo unos momentos, podrás dejar atrás la última reunión y sentirte más centrado y listo para la próxima reunión.
- Mientras apagas tu computadora por el día, pregúntate ¿Qué salió bien? Tenemos una tendencia a centrarnos en lo que no salió bien, por lo que debemos ser intencionales a la hora de centrar nuestra atención en lo que sí salió bien.
¿Qué otras pausas intencionadas puedes encontrar? Mira bien, ¿de qué te serviría un descanso en tu día?
Fuente: Janice Marturano / Founder and Executive Director of the Institute for Mindful Leadership
Ser consciente significa estar plenamente presente en el momento