Hay que tener claro que alguna de estas expectativas erróneas sobre el significado y la práctica del Mindfulness, son las responsables de desmotivaciones o dificultades que nos hacen pensar que “esto no es para mí”:
No es dejar la mente en blanco
Se trata de centrarnos en lo que está haciendo la mente en cada momento. En vez de eliminar los pensamientos, se trata de ser conscientes de ellos para llegar a comprender que son solo eso y no la realidad externa. Así dejamos de perseguir los pensamientos irracionales en vez de bloquearlos, pues está comprobado que entonces se afianzan aún con más fuerza. No es pues vaciar la mente, sino atender a todo cuanto acontece para desarrollar una conexión más profunda contigo mismo y la vida a cada instante.
No es una técnica de relajación, aunque se apoya en la relajación y la calma
Mindfulness o atención plena persigue ampliar el nivel de atención de manera que accedas a una mayor sabiduría interna y puedas responder con libertad, en vez de reaccionar automáticamente ante los acontecimientos o estados interiores.
No es pensamiento positivo
De hecho no es “pensamiento”, aunque incluye atender a tus pensamientos. En la práctica los pensamientos se convierten en objeto de tu atención como cualquier otra cosa que aparezca en el campo de tu conciencia.
No es renunciar a las emociones, aún cuando sean difíciles
No se trata de eludirlas o de que se vayan, sino de gestionarlas, en vez de lo que solemos hacer de forma automática e instintiva, que es reforzar aspectos compensatorios o distraernos.
No es entrar en trance
O tratar de abandonar o alterar la experiencia de este momento, sino de hacerte uno con ella.
No es apartarte de la vida
Ya que te pone en sintonía con los demás ayudándote a sentirte más interrelacionado. A medida que desarrollas el Mindfulness en tu vida, te harás más consciente, más cercano, más servicial, más compasivo y más comprometido con todo y todos los que te rodean.
No es buscar la beatitud o un estado placentero de paz
De vez en cuando surgen estados agradables, pero estos van y vienen como todos los demás. No es un fracaso experimentar inquietud o irritabilidad en la meditación, es tan solo una experiencia más.
No es rehuir el dolor, sino aumentar la capacidad de soportarlo
Estar con él hasta notar que tu sufrimiento viene de la resistencia al dolor, no del dolor en sí mismo. Se trata de aprender a estar con el dolor desde la aceptación en vez de desde la resistencia, la protesta, la queja o la evitación.
No es practicar una nueva religión
Ya que no se pelea con ninguna creencia, y en muchas confesiones la consideran beneficiosa para el desarrollo espiritual y psicológico.
No es solo para monjes o monjas de cualquier confesión religiosa
No tienes por qué ser o hacer nada especial. Se trata en realidad de recordar la capacidad de estar presente que posee cualquier ser humano, de reconectarte con ella y vivir desde su amplitud.